sábado, 6 de octubre de 2012
como describir lo que a veces uno siente,
cuando uno despierta y se da cuenta que en su habitación reducida a cuatro paredes,
reposa una imagen acústica,
plasmada en un recuadro en una mente atrapada por un cariño inmenso
dentro de su entorno, reflejada por una ausencia que derrama con voces,
nostalgia y desolación con perplejidad y deslumbrada por la sombra agobiada definida por una soledad devoradora, que lo consume hasta lo mas bajo y recóndito de su ser, sin necesidad de un amor innato, sin necesidad de una ilusión fantástica, ilusión fantasmal, sin necesidad de un corazón que no se arranca nada, un corazón no es de papel y, en él, la vida no está escrita con tinta, no se puede romper en trozos, no se pueden borrar largos años que se han impreso en el cerebro, en el alma
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